
ENFERMEDADES BUCALES EN LAS PERSONAS MAYORES.
Informe 17 AGO 2023
El número de personas mayores, está incrementándose notablemente a nivel mundial y en nuestro país constituye un reto para las autoridades sanitarias y los sistemas de salud pública.
El envejecimiento de la población es uno de los grandes problemas sociales de este siglo, el número de personas que en el mundo rebasó la edad de 60 años en el pasado siglo aumentó de 400 millones en la década del 50 a 700 millones en la década del 90 y se estimó que para el año 2030 existirían alrededor de 1200 millones de ancianos. También, se ha incrementado el número de los muy viejos, o sea, los mayores de 80 años, que en las próximas décadas constituirán el 30% de las personas mayores en los países desarrollados y el 12% en los países en vías de desarrollo.
Esta población creciente de personas mayores representa una situación bio-social nueva en la historia de nuestra especie y requiere de un profundo conocimiento del proceso de envejecimiento, de su variabilidad en diferentes circunstancias ambientales, de las singularidades del envejecimiento en hombres y mujeres, del control genético del proceso y de la influencia de los estilos de vida para lograr vivir más años con buena salud.
El reto social que el proceso de transición demográfica representa para las naciones, se debe a las grandes necesidades que genera desde el punto de vista económico, biomédico y social. Su repercusión sobre los sistemas sanitarios radica en que son los adultos son los mayores consumidores de medicamentos y servicios de salud. A nivel estatal, representa un incremento de los gastos de la seguridad y asistencia social. Una de las metas priorizadas en todas las sociedades en las que la transición demográfica ha elevado el número de personas mayores, es aumentar los recursos de salud, el personal médico especializado y el equipamiento médico para atender a este grupo poblacional. La atención estomatológica de las personas mayores es uno de los sectores de la salud mayormente involucrados, debido a los altos valores de prevalencia e incidencia de las patologías buco dentales.
Cambios anatómicos y fisiológicos de la cavidad bucal que ocurren con edad avanzada
La mayoría de los cambios en la cavidad bucal que ocurren en la medida que la persona envejece son pequeños y menos obvios que los que ocurren en otros órganos, es difícil distinguir los verdaderos cambios fisiológicos normales del proceso envejecimiento, de los procesos subclínicos de enfermedad.
Cambios en los dientes
Estos cambian en color y forma con el avance de la edad. La atrición y el desgaste, pueden provocar una pérdida de la longitud del diente y en adelgazamiento del esmalte. Como resultado de este proceso, la dentina se torna más prominente y contribuye a que se observe un incremento en la apariencia amarilla del diente y a una pérdida de su translucidez. También, puede aparecer atrición, abrasión y erosión, procesos que alteran la apariencia y forma de estos.
La formación de dentina continúa aún después de la erupción completa de los dientes, al igual que la mineralización, que produce disminución del tamaño de la cámara pulpar. Esta mineralización difusa puede ser apreciada clínicamente y los estudios radiológicos muestran un estrechamiento de la cámara pulpar por el depósito posterior de la dentina en el techo y el piso de la misma o en sus paredes. El grado de vascularización también se reduce de manera importante con la edad y contribuyen desfavorablemente a la recuperación del diente después que ha ocurrido una caries.
Cambios en la mucosa bucal y el periodonto
La variación de los diferentes tejidos tisulares está relacionada con la densidad celular, el grado de queratinización, los cambios en la densidad del colágeno y la organización de las bandas, además de, la cantidad de fibras elásticas. El diámetro de estas se incrementa regularmente con la edad, pero este hecho no causa cambios en la apariencia de la mucosa bucal.
La mucosa se torna más fina y seca, que desde el punto de vista histológico corresponde con la disminución en la queratinización y el afinamiento de las estructuras epiteliales, aunque no existe evidencias de cambios morfológicos de las células epiteliales relacionados con el envejecimiento. Muchos de los cambios que se expresan en las mucosas humanas pueden estar relacionados con otros factores y no con la senectud, como pueden ser las deficiencias dietéticas fundamentalmente de algunas vitaminas, reducción de los niveles de estrógenos, entre otros.
Con la edad, es posible que se reduzca la homeostasis del desarrollo de las células epiteliales y que ocurra una mayor variación en la calidad de los tejidos. La recesión gingival tiende a aumentar y aunque se invocan factores predisponentes como los traumatismos del cepillado, su mecanismo de producción no está claro.
Cambios óseos
La evaluación de los huesos de hombres y mujeres en edades comprendidas entre los 35 y 70 años, ha demostrado que estos se tornan más frágiles. Los cambios en la estructura microscópica de la matriz ósea y su composición química afectan la fortaleza del hueso y en la cavidad bucal.
Cambios relacionados con las glándulas salivales
Las investigaciones odontológicas establecen que existe una disminución en la producción de saliva relacionada con la edad, así como, alteraciones en las proteínas antimicrobianas presentes. Las histatinas, que tienen efecto anticandidiásico, están particularmente deprimidas. Estudios de las glándulas submandibulares reportan la pérdida de aproximadamente el 40% de las células acinares en relación con la edad; cambios morfológicos similares se han reportado en las glándulas parótidas y labiales.
Es frecuente en los ancianos el padecimiento de xerostomía, que causa la pérdida del gusto y provoca dificultades al tragar, aunque estos problemas no deben considerarse sólo como una dificultad del envejecimiento, debido a que existen otros factores, como el exceso de medicaciones, que pueden provocar una disminución del flujo salival.
El flujo salival efectivo y la deglución resultan mecanismos protectores importantes contra los patógenos de la cavidad bucal y en el paciente anciano pueden existir dificultades.
Patologías bucales más frecuentes en el adulto mayor:
CARIES DENTALES
En un estudio realizado con una muestra de esqueletos portugueses, de personas fallecidas a finales del siglo XIX y principios del XX, se encontró que tanto el porcentaje de dientes cariados, como la gravedad de las lesiones se incrementaban con la edad, con ello se demostró que la actividad cariogénica se mantenía durante toda la vida. En este grupo (con prácticamente ninguna intervención estomatológica) se observa una disminución de la caries en los esqueletos de los fallecidos entre 70 y 79 años a causa, probablemente, de la pérdida de dientes antes de la muerte.
Actualmente, las caries dentales se hace más recurrente en las poblaciones de personas mayores, debido a que estos tienen un perfil diferente al de las generaciones que les precedieron, y al mantener su propia dentadura durante más tiempo, la prevalencia de caries se incrementa: la incidencia de caries de la raíz en personas mayores de 60 años es casi el doble de la reportada en adultos en su tercera década de vida; el 64% de las personas mayores de 80 años presentan caries radicular y más del 96% presentan lesiones de la corona.
Existen tres requerimientos fundamentales en el desarrollo de caries dental:
- Que en la flora microbiológica de la boca predominen bacterias cariogénicas.
- Que exista una fuente de alimentación para estas.
- Que exista un ambiente con un PH adecuado para que ocurra la replicación bacteriana sobre el sustrato apropiado.
En el adulto mayor, además de estas condiciones, existen factores de riesgo que condicionan el incremento en la prevalencia de la caries:
- La disminución del flujo salival y el cambio en sus características.
- La institucionalización.
- La ausencia de cuidados profesionales rutinarios.
- El suministro de agua no fluorada.
- El bajo nivel socioeconómico.
- La pobre higiene bucal.
ENFERMEDAD PERIODONTAL
Aunque siempre ocurre una ligera pérdida de la inserción periodontal y del hueso alveolar en el anciano, el envejecimiento no conduce a una pérdida crítica del soporte periodontal 29. En el anciano con enfermedad periodontal, ocurren cambios moleculares en las células periodontales que intensifican la pérdida de hueso. Estas afectaciones pueden estar asociados con 30:
- Alteraciones en la diferenciación y proliferación de los osteoblastos y osteoclastos.
- Un incremento de la respuesta de las células periodontales a la microflora bucal y al estrés mecánico que conducen a la secreción de citoquinas que están involucradas en la reabsorción ósea.
- Las alteraciones endocrinas propias del anciano.
La edad, no es un factor de riesgo en el desarrollo de la enfermedad periodontal, está asociada a una disminución en la higiene bucal, así como, a ciertos hábitos y deficiencias nutricionales que constituyen elementos de riesgo. Además, existe una fuerte asociación entre enfermedades generales frecuentes en estos pacientes como la diabetes mellitus y el desarrollo de la enfermedad periodontal 38, 39.
Independientemente de la edad, es la acumulación de la placa la que conduce a la inflamación gingival que provoca el desencadenamiento de los eventos antes referidos. Este proceso es reversible con una adecuada higiene bucal y un óptimo cuidado estomatológico.
CÁNCER BUCAL
Aunque existe un incremento del cáncer bucal entre las poblaciones más jóvenes, los pacientes que desarrollan esta enfermedad son significativamente mayores y la edad avanzada tiene una repercusión particular sobre la supervivencia.
La lesiones pre malignas y el cáncer bucal en estadios iniciales pueden ser sutiles y asintomáticos, y esto dificulta su diagnóstico precoz en poblaciones que no reciben una atención estomatológica sistemática y aunque se ha investigado que las neoplasias bucales tienen relativamente peor pronóstico que las localizadas en otros órganos, estudios recientes no lo han podido demostrar.
La mayoría de las neoplasias bucales son carcinomas de células escamosas y se localizan con más frecuencia (en orden de frecuencia) en los bordes laterales de la lengua, en los labios y en el suelo de la boca, estas son las localizaciones con mayor tasa de supervivencia, mientras que la más baja tasa está en las localizadas en la lengua y la encía. Pueden encontrarse otros tipos histológicos (melanomas, linfomas, carcinomas basales, lesiones metastásicas, etc.) pero estas son más frecuentes entre adultos en edades más tempranas de la vida.
El consumo de alcohol y de tabaco son responsables de más del 75 % de las neoplasias bucales.
Las lesiones suelen comenzar como manchas de color blanco o rojo, que progresan a la ulceración y eventualmente, se transforman en una masa endofítica o exofítica. Cualquier persona con lesiones con estas características que persistan por más de dos semanas de evolución debe ser referida a una consulta especializada.
XEROSTOMÍA
La xerostomía (sensación subjetiva de sequedad bucal) es causada por una disminución en la secreción de la saliva y afecta entre el 29 y el 57% de la población de personas mayores. También aparecen otras manifestaciones como el ardor, trastornos del gusto y dificultades para la deglución y el habla. Se asocian de manera importante con el control de la caries dental, las infecciones (incluyendo la candidiasis bucal) y las lesiones de los tejidos blandos.
El reconocimiento de la xerostomía es esencial, con el objetivo de ayudar a los pacientes a minimizar los síntomas de sequedad, instituir medidas preventivas y limitar la aparición de otras complicaciones orales.

PREVENCIÓN
La higiene bucal es la clave para prevenir y mantener la salud de los dientes, encías y lengua. Existen en el mercado gran variedad de cepillos dentales que deben ser seleccionados para su uso de acuerdo a las características de cada adulto mayor. A su vez, la existencia de múltiples técnicas de cepillado, permiten utilizarlas en cada caso en particular y la misma debe ser recomendada por el odontólogo.
Aconsejar muy bien al adulto mayor que debe usar hilo dental después del cepillado una vez al día, de otra manera sólo se realizará la mitad del trabajo para mantener una boca sana. El uso del hilo dental es indispensable para el cuidado de los dientes ya que el cepillo por el grosor de sus cerdas no llega a limpiar los espacios interdentales.
En caso de que se usen prótesis dental removible informar sobre la importancia de lavar la prótesis después de cada comida para evitar la acumulación de restos alimenticios , con cepillo dental convencional, un cepillo especial para prótesis y el uso de pasta dental en las prótesis removibles está contraindicado ya que provoca la opacidad y deterioro de la capa externa de la prótesis eliminando con el paso del tiempo su brillo original, provoca la porosidad del material que a su vez facilitará la acumulación de bacterias a la prótesis.
Instruir sobre cómo realizar un autoexamen de los tejidos de la cavidad bucal ya que es muy importante para prevenir lesiones y dar tratamientos oportunos.
Se debe recomendar al paciente de lavarse las manos y colocarse frente a un espejo y palpar:
- Ambos labios.
- Los dientes.
- La encía.
- La cara dorsal, ventral y laterales de la lengua.
- Piso de la boca.
- El paladar.
Aclarar a los pacientes que, si detectan alguna anomalía como encía roja, inflamada, sensible, la raíz de los dientes se encuentra expuesta, tiene mal aliento, mal sabor en la boca, presencia de una tumoración, cambio en el ajuste de las prótesis o dolor, acudir lo antes posible al servicio de estomatología del nivel de atención correspondiente.
Así mismo informarle de que acudan cada cuatro a seis meses con su odontólogo y esto es importante ya que el adulto mayor debido a los cambios de la biología del envejecimiento.
PERSPECTIVA EN LA ATENCIÓN DE LA SALUD BUCAL
Después de revisar que cambios se dan en la cavidad bucal como resultado del proceso de envejecimiento, así como sus patologías más frecuentes, es importante reflexionar sobre algunos puntos clave que deben tomarse en cuenta cuando se le brinde atención a las personas mayores.
Independencia en las actividades básicas en la vida diaria
Las actividades básicas de la vida diaria como comer, levantarse de la cama, continencia de esfínteres, manejo del dinero deberá valorarse como parte del diagnóstico integral del adulto mayor, ya que estas tienen una implicación directa para el seguimiento de cualquier tratamiento estomatológico. Es decir, si un adulto mayor ha perdido la independencia para realizar las actividades diarias, es meritorio de contar con un cuidador para la realización de estas y la terapéutica a seguir.
Redes de apoyo social
Es importante para el éxito de la terapéutica, saber el funcionamiento de las redes de apoyo del adulto mayor, tanto del tipo personal, institucional y comunitario. Para ello es importante contar con seguridad social, muy buena relación del adulto mayor con su familia o participar en grupos de ayuda dentro de la comunidad, ya que esto permite un pronóstico sobre el seguimiento del tratamiento y evolución de nuestro adulto mayor.
Motivación
El hecho de que el adulto mayor tenga confianza en el equipo de salud, permite que se facilite la atención integral del paciente. Hay que recalcar que el adulto mayor que es atendido con calidez y calidad se siente más motivado a iniciar y continuar con su tratamiento.
Enfermedades en general
Podemos afirmar que hay una relación estrecha entre las enfermedades de la cavidad bucal y el control de enfermedades sistémicas especialmente las del tipo crónico-degenerativo, tanto cardiovasculares como metabólicas. Un ejemplo de ello es la presencia de focos infecciosos en la cavidad bucal puede repercutir en el control glucémico del paciente diabético.
La atención de las personas mayores debe tener un enfoque multidisciplinario donde se coordine la interacción entre el odontólogo y el médico para tener un diagnóstico general del paciente y actuar en consecuencia.
El deterioro de la salud bucal no es atribuible al proceso de envejecimiento, sino es una consecuencia del estilo de vida adoptado por el individuo desde edades tempranas.
Los cambios del envejecimiento en la cavidad bucal, confieren al adulto mayor un aumento en el desarrollo de patologías tanto locales como sistémicas, que obligan a una vigilancia con mayor frecuencia que otros grupos de edad.